Trump y Putin cierran cumbre en Alaska sin plan para Ucrania

La esperada cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin concluyó este viernes en la base militar Elmendorf-Richardson, en Alaska, sin anuncios concretos sobre un eventual plan de paz para Ucrania. Ambos mandatarios, que conversaron durante seis horas, evitaron detallar los supuestos avances y se limitaron a afirmar que el encuentro fue “productivo”.
Trump sostuvo que en la reunión “se acordaron muchos puntos”, aunque no reveló cuáles. Agregó que quedan “muy pocos” asuntos por resolver para poner fin a la contienda bélica que inició hace más de tres años con la invasión rusa a Ucrania. “No lo hemos logrado, pero tenemos muchas posibilidades de conseguirlo”, afirmó antes de regresar a Washington. Putin, por su parte, aseguró que espera que “el entendimiento alcanzado allane el camino hacia la paz en Ucrania”, sin ofrecer precisiones adicionales.
Una cumbre de gestos calculados
El encuentro estuvo marcado por una coreografía diseñada al milímetro. Putin aterrizó en Alaska bajo un cielo gris y fue recibido por Trump con alfombra roja, aviones de combate sobrevolando la base aérea y un breve aplauso por parte del mandatario estadounidense. Los dos líderes intercambiaron sonrisas, apretones de manos y saludos ante la prensa, aunque no respondieron preguntas.
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Incluso se produjo una imagen simbólica: Putin abordó el vehículo blindado de Trump, conocido como “La Bestia”, donde conversaron a solas. Sin embargo, más tarde, los mandatarios estuvieron acompañados por sus asesores. Trump se hizo acompañar del secretario de Estado Marco Rubio y del enviado especial para Rusia, Steve Witkoff. Putin, por su parte, estuvo junto a su canciller Serguéi Lavrov y el consejero diplomático Yuri Ushakov.
La puesta en escena fue interpretada por analistas como una forma de romper el aislamiento internacional de Putin, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional y múltiples sanciones occidentales.
Zelenski, el gran ausente
Mientras Trump y Putin se mostraban juntos en Alaska, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski lamentaba que “los soldados rusos siguen matando el día de las negociaciones”. Al mismo tiempo, anunció que sus fuerzas recuperaron seis pueblos en los últimos días. “Contaba con Donald Trump para poner fin al conflicto”, dijo Zelenski, que ahora debe esperar a que el mandatario estadounidense le comunique el contenido de la reunión.
En declaraciones posteriores a Fox News, Trump insistió en que el futuro del conflicto está en manos del presidente ucraniano: “Ahora depende realmente del presidente Zelenski lograrlo. Y también diría que las naciones europeas tienen que involucrarse un poco, pero depende del presidente Zelenski”.
Intercambio diplomático y divergencias de fondo
Trump aseguró que se comunicará con los líderes de la OTAN y con Zelenski para informarles sobre la cumbre. “La decisión es suya”, declaró en referencia a los ucranianos. Putin, en cambio, pidió que “Kiev y las capitales europeas perciban todo esto de forma constructiva y no creen obstáculos ni intenten interrumpir el progreso emergente mediante provocaciones o intrigas entre bastidores”.
A pesar de los gestos de cordialidad, las posiciones de fondo permanecen irreconciliables. Moscú exige que Ucrania ceda las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, además de reconocer la anexión de Crimea y renunciar a la OTAN y al suministro de armas occidentales. Kiev rechaza esas condiciones, exige un alto el fuego inmediato y garantías de seguridad.
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Trump, fiel a su estilo de negociación, ha planteado “concesiones mutuas” en el plano territorial. Para Putin, en cambio, se trata de un proyecto histórico de reconstrucción de una “Gran Rusia”.
“La próxima vez en Moscú”
El cierre de la cumbre dejó imágenes llamativas. Tras las declaraciones iniciales, Trump y Putin se dieron un último apretón de manos bajo un telón azul que proclamaba “En busca de la paz”. Ante la prensa, Trump sugirió que podría volver a reunirse con el líder ruso “muy pronto”, a lo que Putin respondió, en inglés, “la próxima vez en Moscú”. El republicano replicó: “Es interesante. Voy a recibir un poco de críticas por eso, pero puedo imaginar que eso suceda”.
La última vez que ambos aparecieron juntos ante los medios fue en Helsinki, en 2018, cuando Trump fue acusado de mostrarse excesivamente complaciente con el mandatario ruso. Ahora, pese a las declaraciones de “progreso”, la cumbre de Alaska deja más interrogantes que certezas sobre el futuro de la guerra en Ucrania.