Por primera vez, despues de que El País de España revelara una red de acciones del excanciller Álvaro Leyva para desestabilizar el Gobierno en Colombia, el presidente Gustavo Petro se pronunció de manera directa y detallada. A través de su cuenta de X (antes Twitter), el jefe de Estado calificó lo ocurrido como “un acto de venganza bárbaro” por parte de alguien a quien ayudó.
“Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón”, escribió el mandatario, confirmando así una relación rota por tensiones acumuladas y profundas diferencias éticas y políticas.
El mandatario afirmó que Leyva intentó convertir el Estado en un patrimonio familiar, exigiendo que su hijo Jorge Leyva fuera nombrado como canciller o embajador. “No quise que su hijo ocupase la Cancillería o una embajada, como si la democracia fuera hereditaria”, expresó. Según el presidente, esa negativa habría desatado el resentimiento de Leyva, potenciado luego por los nombramientos de Laura Sarabia y Armando Benedetti, que “lo llenaron de odio”.
He decidido responder cartas y unos hechos que aquí muestra el periodista Español Quesada en el diario El País
Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que…— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 29, 2025
Traición y doble moral: el presidente traza el perfil político de Leyva
En su mensaje, el presidente Petro dibujó un perfil ideológico de su exministro, a quien calificó como parte de la oligarquía colombiana: una élite que históricamente ha visto el poder como un botín hereditario. “La conducta de lo que llamo oligarquía, a la que indudablemente pertenece Leyva, es la doble moral: piensa el Estado como hereditario, con derecho a negocios con el erario”.
Según el mandatario, esa visión anacrónica, aliada al desprecio por el mérito y al oportunismo político, ha sido el motor de traiciones que impiden la construcción de un verdadero acuerdo nacional. “Desde hace dos siglos, la traición, el asesinato, la mentira, son sus normas. El acuerdo nacional se vuelve fantasmagoría y discurso. Traicionan, aunque siempre hay que insistir en el acuerdo y la paz”.
El jefe de Estado relató que su decisión de nombrar a Leyva como canciller no obedeció a cálculos políticos, sino a un acto de confianza personal. “Pensé, sin ningún cálculo político, que se lo merecía al final de su vida”. Reconoció que en ese momento creyó erróneamente en la genuina vocación de paz del exministro, basada en su compromiso con el proceso de las FARC, pero que su comportamiento posterior dejó ver otras motivaciones.
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Corrupción en los pasaportes y presión familiar: los puntos de quiebre
Uno de los hechos concretos que provocó la ruptura con Leyva fue el manejo del proceso de licitación de los pasaportes. El presidente Petro aseguró que el proceso estaba viciado desde el inicio, y que dio instrucciones directas para frenarlo en el Consejo de Ministros. Leyva, según el mandatario, desoyó sus órdenes y permitió que avanzara una licitación que ya estaba “determinada” desde el pliego de condiciones.
“El proceso de licitación de los pasaportes en la Cancillería estaba impregnado de corrupción desde sus inicios. Cuando lo suspendió, cometió irregularidades que le costaron su vida pública”, denunció.
Petro también reveló hechos hasta ahora desconocidos sobre la presencia recurrente del hijo de Leyva en eventos oficiales en el exterior, insinuando un comportamiento de presión e influencia indebida. “Me disgustaba que en mis giras a eventos oficiales internacionales, siempre llegara su hijo a las comidas que hacía mi delegación (…) parecía un lobbista de negocios aprovechando el cargo público de su padre”.
Relató incluso un episodio específico en Santiago de Chile, durante la conmemoración del golpe de Estado contra Salvador Allende: “Lloré en mi discurso en La Moneda. Allí no había ido Jorge, el hijo, pero supongo que por eso Leyva habla de comportamientos extraños. Asuntos de mi adicción por la libertad”.
La historia detrás de una traición
En su reflexión más amplia, el presidente Petro comparó el caso Leyva con un patrón histórico de la política colombiana, en la que la traición a los cambios sociales ha sido recurrente. “Colombia es bella pero también hay mucha oscuridad en su historia. Esconden presidentes que han sido indígenas o negros. Han asesinado todo lo que les contradiga el poder. Han embrutecido, acabando la educación pública, a enormes sectores de la población”.
Recordó que, en el pasado, creyó que Leyva había sido genuino en su defensa de la paz y en su acompañamiento al proceso constituyente de 1991, que surgió tras la dejación de armas del M-19. “Navarro a nombre del M-19 lo hizo constituyente en 1990 (…) Leyva en realidad no ayudó al proceso de paz del M-19, pero se comprometió durante décadas al proceso con las FARC. Pensé que había sido perseguido por ello; hoy conociéndolo personalmente, creo que también buscaba otras cosas con la paz, menos santas”.
Por último, el jefe de Estado reprochó a Leyva por recurrir a cartas cargadas de insinuaciones, en vez de afrontar con transparencia su responsabilidad: “Debió contar la verdad y no sus suposiciones de chisme de corredor”.