El presidente Gustavo Petro anunció este domingo 9 de junio que ordenó ampliar los esquemas de seguridad para los miembros de la oposición y las familias de los integrantes del Gobierno Nacional. La medida fue adoptada tras el atentado contra el precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, y la ola de amenazas recibidas en las últimas horas contra menores de edad, incluyendo a su hija Antonella.
A través de su cuenta oficial en la red X, el jefe de Estado denunció que las amenazas provienen de redes digitales organizadas, operadas por bodegas políticas que han promovido ataques sistemáticos contra el Gobierno y sus funcionarios. El mandatario alertó que este hecho no solo representa una afrenta personal y familiar, sino que constituye una evidencia más de la escalada de violencia política que enfrenta el país.
“Acaban de amenazar a través del sistema de bodegas [...] a todos los hijos de mi gabinete, incluida mi hija Antonella”, escribió el presidente Gustavo Petro. En ese mismo mensaje, concluyó: “Este hecho refuerza la hipótesis que el autor del intento de asesinato es un enemigo del gobierno”.
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Reacción inmediata desde el Consejo de Seguridad
El jefe de Estado convocó este domingo a un consejo de seguridad extraordinario para evaluar la situación alrededor de la creciente ola de violencia política. Al término del encuentro, anunció públicamente que ha ordenado reforzar la protección no solo de dirigentes de la oposición, sino también de funcionarios del Ejecutivo.
“En el consejo de seguridad he ordenado la ampliación de los sistemas de seguridad de los miembros de la oposición, y de las familias de los integrantes del gobierno nacional, ante las nuevas amenazas directas contra los hijos de ministros y presidente”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
La decisión representa un acto de responsabilidad institucional y busca evitar que la violencia política escale a niveles más graves. Desde el Ejecutivo se advierte que no se tolerarán amenazas contra menores de edad, ni se permitirá que las confrontaciones ideológicas deriven en persecuciones personales o atentados.
El atentado a Miguel Uribe Turbay: un hecho que marca al país
El sábado 8 de junio, durante un acto político en el parque El Golfito del barrio Modelia, en Bogotá, el senador Miguel Uribe Turbay fue atacado por un menor de 15 años armado con una pistola. Según reportes médicos, recibió tres disparos —dos en la cabeza y uno en una de sus piernas— y fue trasladado a la Fundación Santa Fe, donde fue sometido a una cirugía de urgencia. Su estado de salud es crítico.
El atacante fue capturado en el lugar y las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que conduzca a los autores intelectuales del crimen. La Fiscalía y la Policía han conformado un equipo especial de investigación para esclarecer los móviles del atentado.
La clase política, incluyendo sectores de oposición, ha rechazado el atentado y ha llamado a desactivar la espiral de violencia. Distintas voces coinciden en que se trata de un hecho que recuerda los peores momentos de la historia reciente del país.
Una amenaza real desde el mundo digital
Las amenazas denunciadas por el presidente Gustavo Petro se enmarcan en un patrón cada vez más evidente de violencia articulada desde redes sociales. El mandatario ha alertado en varias ocasiones sobre el uso de bodegas digitales y “robots en redes” para sembrar odio, desinformación y miedo en la opinión pública. Estas estructuras no solo atacan al Gobierno, sino que ahora han cruzado la línea al amenazar a menores de edad.
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Aunque en principio fueron desestimadas como ruido digital, las recientes amenazas adquieren otra dimensión tras el atentado contra Uribe Turbay. Para el presidente, ambas acciones podrían formar parte de un mismo engranaje: “Refuerza la hipótesis que el autor del intento de asesinato es un enemigo del gobierno”, sentenció.
Las investigaciones deberán determinar lo móviles y autores intelectuales vinculados a este intento de asesinato, pero por lo pronto el Gobierno ha elevado las alertas y ha dispuesto medidas de prevención para evitar una tragedia mayor.
Llamado a frenar la violencia política
En su declaración en la noche del sábado, el Presidente reiteró su llamado a todos los sectores políticos y sociales a rechazar la violencia venga de donde venga. La protección de la vida, la garantía de la democracia y el respeto por las diferencias —declaró— deben estar por encima de cualquier disputa ideológica.
El presidente Gustavo Petro ha recalcado que su deber como jefe de Estado es proteger a todos los colombianos, sin distinción de partido. Y por eso, la ampliación de esquemas de seguridad no se limita a su gabinete, sino que se extiende también a figuras de oposición que podrían estar en riesgo.
El momento exige altura política, responsabilidad institucional y un rechazo firme a quienes, desde el anonimato digital o la acción violenta, intentan destruir la democracia colombiana.