Los megarricos no pagan lo que deben: Presidente Petro denuncia evasión fiscal estructural tras investigación de El País

El presidente Gustavo Petro no dejó pasar las cifras. Horas después de que el diario español El País publicara una extensa investigación sobre evasión fiscal en Colombia, el mandatario respondió con una declaración directa que condensa su tesis central: la violencia y la desigualdad que carcomen al país tienen raíces fiscales profundas. “Por esto es que hay déficit fiscal y por esto hay pobreza y desigualdad en Colombia, su resultado es violencia y narcotráfico”, escribió en su cuenta de X. “Los megarricos no pagan impuestos, los evaden”.
La frase se alinea con los hallazgos del reportaje, que documenta cómo el 40 % del grupo más rico del país —el 0,01 % de mayores patrimonios— omitió activos en los últimos años y luego los reportó en posteriores normalizaciones tributarias. Ese selecto segmento, conformado por apenas 3.530 personas, concentra patrimonios superiores a los 9.800 millones de pesos y utiliza mecanismos como cuentas offshore, empresas fachada y fideicomisos para ocultar bienes, eludir controles y reducir su carga tributaria.
Por esto es que hay déficit fiscal y por esto hay pobreza y desigualdad en Colombia, su resultado es violencia y narcotráfico.
Los megarricos no pagan impuestos, los evaden.
Sobre esto trata la ley de financiamiento que presentaremos.
Le baja impuestos a todas las empresas y a…— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 19, 2025
El mandatario aprovechó la coyuntura para anticipar el proyecto de ley de financiamiento que presentará su gobierno en la próxima legislatura: una reforma estructural que promete aliviar la presión sobre la clase media y las pequeñas y medianas empresas, mientras exige a los ultrarricos pagar lo que históricamente han evitado. “Le baja impuestos a todas las empresas y a la clase media, le pone impuestos a los megarricos. Espero de los megarricos, que acepten este acuerdo social a cambio de paz y democracia en su propio país”.
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El 1 % concentra el 40 % de la riqueza
Según el informe, elaborado por Juan Miguel Hernández Bonilla con base en datos oficiales de la DIAN, estudios académicos y entrevistas con expertos, la estructura tributaria colombiana está diseñada para castigar a los pobres e ignorar a los más ricos. Mientras el 1 % más acaudalado concentra cerca del 40 % de la riqueza del país, el 50 % más pobre apenas accede al 2 %.
Esta desproporción se agrava por una paradoja tributaria revelada por Oxfam en su más reciente informe sobre desigualdad: una persona del 1 % más rico paga en promedio 17 centavos de impuesto por cada dólar de ingreso, mientras alguien del 50 % más pobre paga 21 centavos. Y no es solo una paradoja estadística, este contrasentido refleja un sistema regresivo en el que el IVA —cuyo peso recae de forma igualitaria sobre toda la población— representa casi el 30 % del recaudo, frente a apenas un 1,4 % aportado por el impuesto al patrimonio.
La evasión fiscal: una sangría de 130 billones al año
Luis Carlos Reyes, exdirector de la DIAN, explicó al medio español que la evasión tributaria en Colombia equivale al 8 % del PIB, es decir, alrededor de 136 billones de pesos anuales. “Esto es muchísimo”, advirtió. “Si se avanzara y la evasión llegara a los niveles de países de la OCDE, alrededor de 2 puntos del PIB, se podrían destinar esos seis puntos de eventual recaudo para crear o fortalecer programas sociales que beneficien a las personas más pobres”.
De acuerdo con los informes oficiales, gran parte de esa evasión se concentra en los grupos más ricos. Entre 2015 y 2017, el 40 % del 0,01 % más rico se acogió a los procesos de normalización tributaria. En 2019 y 2020, el 20 % de ese mismo grupo volvió a hacerlo. La propia DIAN confirmó que el 97 % de quienes participaron en la normalización de 2019 pertenecía al 5 % más rico del país.
Mecanismos de ocultamiento: paraísos fiscales, empresas y fideicomisos
Las estrategias utilizadas para eludir los impuestos no son nuevas, pero sí cada vez más sofisticadas. La profesora Juliana Londoño Vélez, de la Universidad de California en Los Ángeles, advirtió que los colombianos más ricos han utilizado estructuras offshore en Panamá y otros paraísos fiscales para ocultar hasta un tercio de su patrimonio. “El uso y abuso de las estructuras offshore en paraísos fiscales ha sido el vehículo de predilección de los colombianos más adinerados para esconder sus fortunas y aminorar su carga tributaria”, afirmó en entrevista con El País.
El informe detalla que cerca del 90 % del dinero no declarado por las personas más ricas en 2019 correspondía a activos en el extranjero. Otros mecanismos frecuentes incluyen empresas familiares que facturan servicios ficticios desde países con baja tributación, y la subestimación del valor fiscal de activos no verificables como deudas infladas o propiedades mal tasadas.
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El acuerdo fiscal como pacto de paz
La gravedad del fenómeno no es sólo fiscal, sino estructural. El presidente Gustavo Petro ha insistido en que sin justicia tributaria no habrá justicia social, ni paz sostenible. La evasión de los ultrarricos —que representa el equivalente a seis reformas tributarias— impide financiar programas que podrían aliviar el hambre, la informalidad y la falta de oportunidades.
Por eso, su llamado no fue meramente técnico, sino político: “Espero de los megarricos, que acepten este acuerdo social a cambio de paz y democracia en su propio país”. La frase es una invitación a corregir una deuda histórica que es un contrasentido en medio de los niveles de desigualdad que afronta el país.
Con este telón de fondo, el Gobierno se prepara para presentar una nueva ley de financiamiento ante la nueva legislatura del Congreso que ya está influenciado por el cálculo electoral, un periodo en el que se acostumbra a decir que las decisiones claves para el Estado quedan aplazadas. Será un pulso difícil, pero que el Presidente parece dispuesto a dar con el respaldo de la evidencia: los megarricos evaden, el país se empobrece y la democracia sobrevive. No es sólo una ley. Es una encrucijada.